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5 Ejes de acción para las Entidades Académicas

Eje de evaluación y mejora continua

Realizar diagnósticos y evaluaciones que permitan reconocer las principales fortalezas, oportunidades, debilidades y amenazas actuales de la entidad académica y sus programas educativos

  • Tomando en cuenta las experiencias del semestre de enero-julio de 2020 y las nuevas experiencias que vayan surgiendo. Estos procesos deben recuperar principalmente las opiniones de líderes académicos, docentes y estudiantes con el fin de facilitar la generación de propuestas y toma de decisiones inmediatas y mediatas. Entre otras dimensiones de análisis que deben considerarse, se encuentran: 1) las condiciones de acceso a TIC por parte de docentes y estudiantes; 2) las condiciones de desarrollo actual de su competencia digital; 3) las habilidades de planeación del aprendizaje por parte de los docentes; 4) los resultados de aprendizaje alcanzados en distintos momentos; 5) la percepción de los estudiantes sobre los procesos de aprendizaje.
  • Para la recolección de información puede recurrirse a técnicas e instrumentos como: 1) encuestas digitales; 2) grupos de discusión virtuales; 3) monitoreo y análisis del desempeño de los estudiantes; 4) análisis de las planeaciones docentes; entre otros.
  • A partir de lo anterior, diseñar y establecer estrategias y acciones de organización curricular-escolar, apoyo a docentes, apoyo a estudiantes, comunicación y coordinación con el HCTC adecuadas al contexto particular de cada entidad académica y programa educativo. Es conveniente articular esfuerzos y aprovechar la estructura organizacional existente para llevar a cabo las distintas acciones (p. e. áreas, coordinaciones, academias).

Eje curricular-escolar

Planear la oferta de cursos del semestre agosto a diciembre 2020. A la par, definir las modalidades de los cursos.

  • En general habrá 3 modalidades dependiendo de la naturaleza de sus contendidos educativos (p. e. balance entre teoría y práctica, características específicas de los componentes prácticos):
    • Cursos 100% presenciales (sólo en casos indispensables).
    • Cursos con componentes presenciales indispensables.
    • Cursos 100% no presenciales (preferentemente).
  • Establecer estrategias de desarrollo de los componentes presenciales de los cursos que así lo requieran, atendiendo las indicaciones de salud dictadas por los organismos competentes, por ejemplo, a través de: la adecuación de los espacios de práctica; la organización de la práctica en grupos pequeños de estudiantes o según lo requiera el espacio de práctica; la instauración de protocolos y filtros sanitarios de ingreso a los espacios. También debe considerarse la capacitación de los docentes que participarán en estos espacios, para garantizar que se respeten los protocolos establecidos; así como del personal de limpieza para la correcta sanitización de los espacios. A la par, pueden considerarse estrategias de reprogramación de las actividades prácticas que requieren presencialidad pero que por distintos motivos no sean posibles realizar.
  • Con respecto a los componentes no presenciales de los cursos, es necesario determinar la carga de elementos síncronos, es decir, los momentos de interacción de docentes y estudiantes en tiempo real que por lo tanto requieren una definición precisa de horarios; y la carga de elementos asíncronos, es decir, las actividades que no requieren interacción en tiempo real, sino el trabajo autónomo del estudiante guiado por las actividades de aprendizaje diseñadas por el docente. Dependiendo de las condiciones de cada entidad, de sus docentes y estudiantes, así como de los tipos de contenido de los programas educativos, los cursos podrían presentar variaciones en cuanto a: balance de presencialidad-no presencialidad; balance de sincronía-asincronía.
  • En todos los casos, es necesario dar prioridad a salvaguardar la integridad y salud de todos los miembros de la comunidad universitaria atendiendo los aspectos normativos institucionales.

Eje de apoyo docente

Establecer estrategias de orientación, formación, asesoría y apoyo continuo hacia los docentes y entre docentes (entre pares)

  • Con el fin de asegurar el mejor desenvolvimiento educativo de los cursos; el desarrollo de las competencias pedagógicas y digitales del profesorado; y el logro de mejores resultados de aprendizaje de los estudiantes.
  • Establecer estrategias y mecanismos de comunicación continua con los profesores a través de diferentes medios (p. e. sitio web, correo, mensajería instantánea, redes sociales), que permitan identificar problemas y necesidades que surjan durante el proceso educativo, y responder a ellas lo más rápido posible; asimismo, difundir información de manera oportuna.
  • Establecer estrategias de adecuación y habilitación de espacios con computadora, conexión a internet (alámbrica e inalámbrica), y espacios de trabajo para apoyar a los docentes que no cuenten con estos recursos. Los espacios deben integrar un protocolo de prevención del contagio acorde con las recomendaciones del Comité Institucional COVID-19.
  • Establecer áreas y servicios que brinden apoyo y asesoría técnica a los profesores en el manejo de TIC, problemas o necesidades con respecto al manejo de hardware y software.
  • Establecer estrategias de difusión entre la comunidad académica de buenas prácticas y experiencias docentes innovadoras que obtengan buenos resultados en la formación y el aprendizaje de los estudiantes.
  • Desarrollar y difundir documentos y materiales digitales dirigidos a orientar a los profesores en el manejo de aspectos pedagógicos y tecnológicos para el desarrollo de sus cursos. Pueden abordarse temas como: recomendaciones sobre la planeación del curso; sobre la conducción del proceso de aprendizaje; la evaluación del aprendizaje; la integración de TIC; y herramientas específicas de apoyo al proceso de enseñanza y aprendizaje.

Eje de apoyo estudiantil

Establecer estrategias generales y específicas de orientación escolar sobre la organización de los cursos como: información sobre días y horarios; profesores a cargo; medios de contacto; fechas de evaluación y entrega de calificaciones

  • Organización de espacios, salones y grupos; entre otros que deben ser considerados para una adecuada organización de los estudiantes.
  • Establecer estrategias y mecanismos de comunicación continua con los estudiantes a través de diferentes medios (p. e. sitio web, correo, mensajería instantánea, redes sociales) que permitan identificar problemas y necesidades que surjan durante el proceso educativo, y responder a ellas lo más rápido posible; asimismo, difundir información de manera oportuna.
  • Establecer estrategias de adecuación y habilitación de espacios con computadora, conexión a internet (alámbrica e inalámbrica), y espacios de trabajo para apoyar a los estudiantes que no cuenten con estos recursos. Los espacios deben integrar un protocolo de prevención del contagio acorde con las recomendaciones del Comité Institucional COVID-19.
  • Establecer áreas y servicios que brinden apoyo y asesoría técnica a los estudiantes en el manejo de TIC, problemas o necesidades con respecto al manejo de hardware y software.
  • En el caso de estudiantes de nuevo ingreso a la UASLP, es de especial relevancia establecer un programa que incluya actividades de integración, orientación y tutoría que les ofrezcan un acompañamiento más cercano durante este primer momento de adaptación a la vida y aprendizaje universitarios. Asimismo, promover actividades que promuevan la integración social entre docentes y estudiantes, y entre estudiantes; además de establecer canales de comunicación particulares con estudiantes de nuevo ingreso.
  • Promover estrategias y acciones de atención y formación integral de los estudiantes (p. e. salud, deporte, arte, cultura, ética). En el ámbito de cuidado de la salud, considerar actividades de carácter preventivo y medidas de apoyo remedial.

Eje de coordinación con el HCTC

Mantener comunicación con el Consejo Técnico Consultivo para informar y validar las estrategias, acciones y medidas propuestas.

  • Asimismo, analizar su compatibilidad con la normativa universitaria incluyendo las previsiones de los reglamentos internos y de los planes de estudio. En su caso, se deberán señalar con claridad aquellas medidas especiales y excepcionales que no reúnan el criterio anterior, en virtud de la situación de urgencia que se vive, justificando con claridad su pertinencia, así como el periodo durante el cual se mantendrá vigente.
  • Si es necesario, modificar y actualizar los programas de cursos de los siguientes semestres con el fin de incluir contenidos necesarios e indispensables para la formación de los estudiantes y que por la contingencia sanitaria no es posible abordar durante el semestre. O bien, considerar la impartición de cursos o talleres complementarios, presenciales o en línea, más adelante a lo largo de 2021.
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